viernes, 22 de abril de 2011

Los anfibios endémicos de Zongo están en peligro



Investigación: Hypsiboas balzani, uno de los individuos en una pradera del Valle de Zongo
                   
Fauna: Doce especies de ranas y sapos en Bolivia están en peligro, dos de ellos no pueden ser hallados aún.

Siete de las ocho especies endémicas de anfibios que existen en el Valle de Zongo, provincia Murillo de La Paz, se encuentran bajo alguna categoría de amenaza. Una experta afirma que urge plantear una estrategia de conservación.

Los datos fueron proporcionados por la bióloga, especialista en herpetología, Claudia Cortez Fernández, quien hizo un estudio denominado "Evaluación del estado de conservación de los anfibios del Valle de Zongo en La Paz, Bolivia".

Explicó que el 50 por ciento de las especies de Zongo se encuentran bajo las categorías: en peligro crítico (CR), en peligro (EN) y vulnerables (VU), "esto debido a factores que actúan en diferentes niveles y que, sumados, pueden causar la ausencia o descenso del número de individuos".

La investigación dio prioridad a la búsqueda de cinco especies de la zona, que corresponde a la región montañosa de Yungas, considerada la de mayor endemismo de anfibios en Bolivia.

En Zongo fueron registradas 19 especies, 12 de las cuales están bajo algún nivel de amenaza.

Del total de estas especies, ocho son endémicas, es decir que sólo existen en la región boliviana. La búsqueda generó información sobre la riqueza, abundancia, composición y estado de conservación de otros anfibios presentes en el Valle de Zongo.

UNA SOLA MUESTRA. La bióloga indicó que, como referencia, algunos investigadores registraron en la zona a cuatro especies "con baja abundancia" o el registro de un solo individuo. Éstas ya fueron consideradas altamente amenazadas antes del estudio.

Entre éstas se halla la Oreobates zongoensis, un pequeño Strabomantidae. De esta especie se conoce un registro descrito por Reichle & Köhler, de 1997, a partir de un individuo adulto.

Otras especies en la misma situación son la Psychrophrynella chacaltaya, la Telmatobius marmoratus y la Telmatobius verrucosus. Esta última es un ejemplar acuático del cual solamente se cuenta con el hallazgo de una larva encontrada por un investigador.

Cortez aseguró que, como resultado de la búsqueda, no se encontraron ejemplares de Oreobates zongoensis. "Podríamos llegar a pensar que está extinta, por eso es que, según mis datos, está en peligro crítico", complementó.

En el caso del Telmatobius verrucosus, la investigadora tampoco encontró ejemplares. Sin embargo, logró el registro de otra especie amenazada para Bolivia, la Telmatobius bolivianus, con un solo individuo juvenil.

En su recorrido, halló algunos ejemplares muertos de Hyloscirtus cf. armatus, Pleurodema marmoratum y Telmatobius marmoratus. Esta última, aclaró, no es endémica del país.

La herpetóloga expresó su preocupación porque, antes, con sólo remover entre las piedras se podía observar algunas ranas y sapos, lo que hacía suponer que se trataba de especies abundantes. El estudio reportó la existencia de 17 especies, que sumadas a dos reportes anteriores hacen un total de 19. "De éstas, hasta ahora, cuatro son endémicas para Bolivia, una es propia sólo del Valle de Zongo, la Oreobates zongoensis, y existen cuatro nuevos registros que probablemente son endémicas para Bolivia y Zongo".

CAUSAS. Según la bióloga, entre las causas que influyen negativamente están la expansión agrícola, el chaqueo, la minería, la deforestación, el incremento de ganado y la eutrofización por fecas (cuando las vacas defecan en el agua y quitan oxígeno).

A esto se agrega la erosión de los ríos por la extracción arenera y la introducción de especies invasoras, como peces y anfibios.

Uno de estos datos establece, por ejemplo, que las truchas se comen a los renacuajos.

Además, la pesca en Zongo se practica con dinamita o envenenamiento del agua con una planta denominada sacha, un método que causa la muerte no sólo de peces, sino también de anfibios.

ACTIVIDADES. Cortez asegura que otra actividad importante es que desarrolla Cobee, que puede aportar otra causa toda vez que el agua que emplea de los glaciales, que corre por los ríos, arroyos y quebradas, produce energía eléctrica para La Paz, El Alto y parte de Cochabamba, lo que puede ocasionar su desaparición.

La percepción de los herpetólogos de Bolivia es que varias poblaciones de anfibios desaparecieron o disminuyeron. Al referirse a las dos especies que no fueron encontradas, Oreobates zongoensis y Telmatobius verrucosus, la bióloga dijo que las investigaciones son constantes, por lo que este diagnóstico no será el último.

Evaluaciones y monitoreos para medir los impactos

La bióloga experta en herpetología Claudia Cortez manifestó su preocupación por la reducción de animales en esta zona. "Evidentemente, algo ha sucedido en toda esta zona; en general, la abundancia de los anfibios del valle es muy baja, en algunos casos sólo se tiene el registro de un individuo".

Dijo que hace falta un esfuerzo combinado entre comunidades, investigadores y las diferentes empresas existentes en la zona (Cobee, compañías mineras, entre otras) para crear consciencia sobre la importancia de los anfibios y se pueda determinar cuál es la causa de su desaparición. Es importante desarrollar estudios sobre los impactos ambientales en la zona y cómo mitigarlos; estudios de la dinámica hidrometeorológica del área y hacer un monitoreo de anfibios clave que permita obtener pautas sobre la actividad de otras especies, sugirió Cortez.

Nombre: Ronald Salas
C.I: 19.776.554
Materia: Electronica del estado Solido
Seccion: 02

URL FUENTE: http://www.laprensa.com.bo/noticias/17-4-2011/noticias/17-04-2011_14870.php

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